Un martes cualquiera, soleado y un poco caluroso. Principios de verano, se nota. Suspiras. Y entonces.. ¡PUM! Te acuerdas del verano pasado, de todo lo que sucedió y te acuerdas obviamente de él. ¿Por qué? Ni puta idea. Pero así es. Y te das cuenta de que lo hechas de menos. Entonces lo ves conectado. Y no sabes si hablar con él. -No mejor, no.- piensas. Y no lo haces.
Pero lo que haces es acordarte de todo. Todos sus mensajes, sus detalles, sus miradas, sus caricias y abrazos, sus ''te quiero'', sus llamadas por teléfono a las tantas de la madrugada, sus falsas promesas.. y te das cuenta de que no eres feliz. No si él. Está tan lejos de ti.. ¿Quién diría que tan pronto como apereció en tu vida se fue eh? Pero así es. Te dijo que el verano que viene, igual se pasaba por donde veraneas. Y quieres verle, joder, con todas tus fuerzas, pero sabes que lo mejor es no hacerlo. Tus ojos se hinundan de lágrimas, suspiras. Tienes que estudiar. Deja los recuerdos donde estaban, donde no puedan herirte más. Ahí, encerrados. Ahora está mejor.
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