Dispuesta a todo, dispuesta a nada.
Maldito insomnio. Maldita vida. Maldita mezcla entre humo y cafeína. Corazones podridos que buscan la cura y no la encuentran. Vida o muerte. Todo o nada. Noches de alcohol, incoherencias y un sorbo de esperanza. Porque al menos eso es lo que queda, no pidas más. Resguardados en la oscuridad, sin una bocanada de aire fresco que nos devuelva a la realidad. Y nos perdemos entre la tenue brisa que provoca tu locura. Que no puedo dejar de mirarte. Tú y tus misterios. Personalidades que confluyen y que enloquecen al unísono.
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