Soy.

Que sí, que soy una borde, una orgullosa, una cabezota, una pasota de la vida... Que fumo tabaco y lo que no es tabaco. Que me bebo hasta las copas de los árboles. Que he cambiado como jamás lo había hecho y ahora me cuesta el triple confiar en alguien, reírme y mostrar cariño. Pero me sigue gustando que me quieran, que me quieran con mi temperamento y mis mil defectos. Que me quieran cuando me levanto con ganas de no hablar con nadie hasta que no desayune hasta que me acueste a las tantas de la madrugada pensando en mi vida. Me sigue gustando que me demuestren que le importo a una jodida persona. Me sigue gustando que me callen la boca con un beso y que me susurren al oído que me quieren. Me sigue gustando soñar con un día mejor. Me sigue gustando poner la música a toda ostia y cantar y bailar hasta que me caiga al suelo de cansancio. Me sigue gustando pensar que algún día, volveré a ser esa niña que regalaba sonrisas. Pero ahora, sólo necesito un poco de cariño, que luches por mí, que demuestres con hecho lo que con palabras no puedes explicar. Te necesito a ti, para corregirme en mis errores.